6 diferencias entre un sitio de comercio electrónico y una marketplace

1. Inventarios y Logística

En efecto, para que un comerciante electrónico pueda generar ingresos sustanciales, debe tener un amplio catálogo de productos: numerosas referencias, inventarios abastecidos regularmente... Esto requiere una inversión significativa. Además, el administrador de un sitio de comercio debe también ser capaz de gestionar la logística y el envío de productos directamente al cliente final.

Por el contrario, el operador de la Marketplace no tiene inventario: su función es conectar a los compradores con vendedores externos. Estos últimos son quienes gestionan el inventario y envían los productos.

2. Funciones

Aunque algunas funciones se encuentran en ambas actividades, como la gestión o el marketing, las funciones principales del operador de la Marketplace y del comerciante electrónico difieren. En efecto, el negocio del operador de la plataforma de la Marketplace es principalmente encontrar e integrar vendedores en su plataforma, así como gestionar la adquisición de tráfico en el sitio.

El administrador de un sitio de comercio debe centrarse en la compra de mercancías, el soporte al cliente (parte delegada a los vendedores en el modelo de "Marketplace"), gestionar prudentemente los inventarios y encargarse del envío de los productos.

3. Modelo económico

En un esquema de comercio electrónico clásico, el administrador compra productos, luego los revende en su sitio a un precio superior para obtener un margen para su actividad. Una buena gestión presupuestaria está así relacionada con una buena obtención de suministros.

El operador de la Marketplace, por su parte, generalmente se remunera con una comisión sobre cada una de las ventas. Su enfoque comercial se basa en el volumen de negocios: cuanto mayores sean las ventas, mayores serán sus ingresos.

4. Catálogo

Una de las grandes fortalezas de la Marketplace es la descentralización de los inventarios entre sus vendedores. Esto permite agregar un número casi infinito de referencias, competir a los vendedores en ciertos productos, lo que permite ofrecer precios atractivos (y, por lo tanto, aumentar las ventas) y alentar a los comerciantes a ofrecer un servicio al cliente impecable (gracias a las opiniones dejadas por los compradores).

El catálogo de un comerciante electrónico, por otro lado, depende de sus capacidades de almacenamiento y logística, y por lo tanto es muy limitado.

Como ejemplo, en el sitio Amazon, rey del comercio electrónico y la logística, hay 2,8 millones de productos "Amazon", el resto, más de 285 millones, son comercializados por los vendedores de la Marketplace.

5. Estado legal

Desde el punto de vista legal, el operador de la Marketplace actúa como intermediario, proporcionando una plataforma segura para la transacción. La responsabilidad legal de los productos recae así en el vendedor.

Por el contrario, el administrador de un sitio de comercio electrónico es el responsable legal de los productos vendidos.

Y si un comprador decide recurrir a los tribunales debido a un daño causado por un producto o servicio vendido en la Marketplace, el operador está cubierto: es el vendedor quien deberá ser escuchado. En cuestiones legales, encontrará más información en el sitio web de Haas Avocats, especializado en Marketplaces.

6. Tecnología

Mientras que construir un sitio de comercio electrónico es ahora sencillo, gracias a muchas tecnologías SaaS o de código abierto (desde Shopify hasta SAP Hybris, pasando por Magento), pocas plataformas permiten crear una Marketplace. Los CMS de comercio electrónico no están pensados nativamente para "multivendedores" (y todas las atribuciones resultantes: pagos, facturación, sincronización de flujos con sistemas externos, modelos de comisiones, gestión logística, etc.).

IZBERG, la solución de Marketplace de Productos y Servicios más completa del mercado, responde precisamente a esta necesidad y ahora equipa a muchos actores como Vente-Privée, Europ Assistance, Suez y Gifi. Además, IZBERG puede integrarse en menos de 4 meses en cualquier tipo de tecnología de front-end, desde CMS de comercio electrónico hasta marcos personalizados.

Así, para un jugador puro de varias marcas, la apuesta de la Marketplace es mucho menos arriesgada que el comercio electrónico clásico. Y este mecanismo de desintermediación experimentará dos tendencias fuertes en los próximos años: el sector B2B, aún muy poco digitalizado, y las plataformas de Servicios, que permiten reinventar modelos económicos a veces anticuados.